Crecí en un ambiente familiar con unos hábitos de vida sanos. Desde muy pequeño una de las tareas que más me gustaba era ir a comprar. Mi madre me dejaba una lista de la compra y el dinero y me pasaba horas eligiendo los productos. Cocinar, conocer las propiedades de los alimentos o las plantas me interesaban ya desde muy joven.
Mi primer contacto con el mundo de la salud y el bienestar empezó con un libro sobre el Zen, de Taisen Deshimaru, que hablaba de filosofía Zen, Salud y Meditación. Gracias a este libro empecé a meditar por mi cuenta, cuando tenía 19 años y estudiaba Biología en la Universidad.
Más adelante, por “casualidades” de la vida, y estando ya muy interesado por el mundo oriental, decidí empezar la carrera de Medicina Tradicional China. Ya no sólo cuidaba de mi salud, empezaba a cuidar de la salud de los demás.
Seguí formándome, ya que descubrí que el ser humano no solo es su físico y su fisiología, o su energía y su emoción, sino que el ser humano es un conjunto de todos estos elementos intercomunicados e interactuando.
Decidí seguir ampliando mi formación científica con más disciplinas de medicina natural, para poder entender, diagnosticar y tratar los desequilibrios en los distintos “cuerpos” que conforman al ser humano, y entender las causas que hacían que la gente perdiera la salud.
Viajes a la India, retiros de meditación, estudios, talleres… generaron en mi una visión amplia y completa del ser humano, que permitió poder entender más profundamente y mejor a las personas que atendía.
Ahora 15 años después, y con la suerte de haber podido acompañar a cientos de personas a mejorar su salud, todavía tengo más ganas de aprender y compartir estos conocimientos, para ayudar a difundir una visón de una vida plena, con salud y bienestar para todo aquel que lo quiera.